sábado, 13 de enero de 2007

El Gran Silencio


Mientras ve la película,
-abstenerse amantes
de la acción compulsiva
y trepidante-,
el viajero accidental
reflexiona
sobre sus relaciones
y sus gestos hacia los demás,
tan inapropiados
como los del Dom
encargado de alimentar a los gatos.



"Y delante de él pasó un viento fuerte y poderoso que rompía los montes y quebraba las peñas: pero Dios no estaba en el viento. Y vino tras el viento un terremoto; pero no estaba Dios en el terremoto. Vino tras el terremoto un fuego, pero no estaba Dios en el fuego. Tras el fuego vino un suave y dulce susurro."

1 Comments:

Blogger Caminante said...

HOLA VIAJERO ACCIDENTAL, COMPARTIMOS NOMBRE.
UN SALUDO

1:12 p. m.  

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