domingo, 7 de abril de 2002

Memorias de África.

Veo, una vez más, las Memorias de África y me admiro de cómo aguanta el paso del tiempo.

Dos episodios, entre los muchos memorables, me llamaron especialmente la atención desde la primera vez que la vi. Ambos tienen que ver con el modelo de relación humana.

El primero de ellos, el de la brújula, un canto a la libertad y a la amistad.

El segundo, los momentos de despedida entre la baronesa y su sirviente, que pone en evidencia cómo entre dos seres humanos, con todas las diferencias que entre ellos pueda haber, existe una relación profunda y respetuosa que brilla con fulgor y con luz propia.